miércoles, 10 de agosto de 2011

El secreto de sus ojos


Una película argentina-española ganadora del Oscar 2010 como mejor película extrangera. Historia basada en la novela de Eduardo Sacheri llamada “La pregunta de sus ojos”, a la que Juan José Campanella, director,  adaptó para la pantalla.

Siendo que de repente somos malinchistas en cierto sentido, nos da miedo o nos da flojera ver una película extranjera (a algunos), pero no nos damos cuenta de que hay películas muy buenas, como esta. Si el trailer no te deja la piel chinita, la película lo hará. 


El film es un thriller, una situación que le pudiera pasar a cualquiera de nosotros, y quién sabe de qué seamos capaces en esas circunstancias. A través de los ojos podemos saber muchas veces lo que siente la otra persona, como bien dicen por ahí "Los ojos son el espejo del alma", pero hay momentos en que te llama la atención una mirada en particular. 

La obra tiene una muy buena historia, de manera que te permite entrar en el personaje, cada uno de ellos muy bien construidos, seriedad, amor, con sed de justicia, con inseguridad, con miedo, cada uno con una inquietud y un carácter en particular, es cuando ahí se percibe quién es el protagonista, en conclusión este es un buen guión, el protagonista trata de buscar algo, más allá de lo material, pero se le presentan varios obstáculos y el espectador va junto con él descubriendo nuevas evidencias, es decir, la película no es nada predecible, lo cual es un logro y una habilidad que no todos poseen al escribir.

Al ver la película, uno siente un ambiente real, una situación real, reacciones reales de parte de los personajes, diálogos auténticos, simplemente disfrutarás y sentirás el suspenso junto con el personaje.

Descubre lo que hay detrás de una mirada.


viernes, 5 de agosto de 2011

Cuando se va la luz

En estos tiempos de tecnología, existen ciertas cosas que nos pueden irritar o arruinar la vida. Bueno, eso depende de cómo lo tomes en realidad y también depende de las circunstancias en las que te encuentres. Me  puedo imaginar las situaciones que suceden en un lugar, todas diferentes pero importantes a la vez. Quiera uno o no, ya las computadoras se volvieron indispensables para nosotros. 

Puede ser que estés haciendo un trabajo o proyecto importante para el día siguiente en tu computadora y ... sucede (puedo imaginarme la cantidad de maldiciones que han de salir de tu boca en esos momentos) eso sí sería una mala situación. 

Incluso otra persona pudiera estar  hablando con la chica o chico que le gusta, y su interesante conversación es interrumpida por problemas de luz. Eso sí que es impotencia verdad. Podemos pensar en llamadas importantes. En el supermercado o en el hospital, eso sí que estaría grave, aunque  tengo entendido que algunos hospitales tienen plantas de luz. En fin, el punto es que para todos nosotros este medio es muy importante y esta casi impreso en nuestras vidas, por decirlo de alguna forma.

Pero a veces cuando sucede el apagón, pueden ocurrir cosas positivas (increíble, me acabo de acordar de la canción que dice "con el apagón qué cosas suceden".... pero bueno ese no es el punto) por ejemplo, estaba a punto de escribir este artículo cuando en la oficina se va la luz... todos mis compañeros, mentaron madres como decimos aquí, otros hasta se estresaron porque tenían que entregar un proyecto justo el mismo día y otros simplemente dijeron "ya vamonos al cine o algo ¿no?" "vamos a echarnos unas chelas" y así fue cuando se rompió el hielo...

Días atrás, la oficina seguia siendo muy relax debo admitirlo, pero cada quien está en su compu, tiene audífonos, chatea, está en facebook, anda haciendo diseños y creando contenidos y de repente hay una que otra bromita, pero confieso que gracias a este apagón, convivimos más y nos conocimos mejor, además de que el jefe no nos quería dejar salir porque tenía la esperanza de que la luz volviera. En realidad me alegra de que haya sucedido eso, porque gracias a eso tuve un tiempo de convivencia y conocí a los demás mejor. A veces sucede que simplemente estas sentada junto a un montón de zombies con audífonos y siempre mirando hacia su computadora, pero al mismo tiempo son personas que estás sentadas a tu alrededor, y no dicen nada. Pasa algunas veces que no te das cuenta o más tarde te percatarás de que tú también te estas volviendo uno de esos  zombies.

Si hay algo que aprendí ayer, fue que no estamos hechos para vivir como zombies además de que debe de ser una adicción y por lo tanto malo para la salud, estamos hechos para tratar con otros. Siempre va a existir la oportunidad para conocer a nuevas personas. No te cierres y siempre ten sed de descubrir el mundo. Existen muchas otras cosas, que te hacen mejor, de las que la computadora se queda chiquita.

Ayer no tuvo precio. 

Lo confiesa... la OCULADORA.